Jugar siempre es un planazo“, y cuando es en el club, entre compañeros y con las familias presentes, mucho más. Durante la mañana del sábado, los más chicos del handball albinegro disfrutaron de una propuesta que buscó justamente eso: jugar, aprender y fortalecer el vínculo con el deporte y el club.







Hubo partidos, momentos de recreación y un clima de integración entre todos los grupos. Más allá de los resultados, el objetivo estuvo puesto en la participación, la continuidad en el juego y el desarrollo de hábitos deportivos desde una mirada formativa.




