Sin cancha de fútbol, sin más local social que la confitería –según las relaciones fue la de los dos chinos, la de Zunino, la de Esbert y posteriormente La Perla – los fundadores, jugadores y nuevos simpatizantes, mantuvieron a toda costa el estandarte blanquinegro hasta que se consiguió la cesión de un terreno salitroso en lugares por donde pasaban las vías del F.C. Provincial. Allí se trabajó esforzadamente, pero el lugar era inapropiado para su destino, y felizmente en el año 1925 obtuvo el Club de la Municipalidad la concesión de la manzana 13, atravesada por un gran zanjón que llevaba al Hospital., habiendo nivelado convenientemente dicho terreno y construido el campo de deportes.

Nuevos trabajos y nuevos sacrificios para ponerlo en condiciones. La Comisión ya bien organizada y ayudada eficientemente por un grupo de señoritas de la ciudad, consiguió los muchos pesos que se invertían en el trabajo de nivelación, cercado y plantaciones y así en el año 1926 se inauguró la nueva cancha, con el nombre “21 de Septiembre”.